Allá por el año 97 y con tan sólo 24 años tuvo la suerte de tropezar con Internet, algo que le cambió la vida profesional y, en parte, la personal. Muy poco después, en 2001, fundaba su primera empresa, Secuoyas. Si hubiera que definirle en tres palabras serían emprendedor, inversor y mediador. En el camino ha aprendido grandes lecciones fruto de sus éxitos y sus fracasos y una de sus mayores ilusiones es ver cómo sus “criaturas” evolucionan a lo largo de los años.

Le gusta viajar y, en general, disfrutar al máximo de la vida. Se considera admirador de muchas personas, todas de su círculo cercano. Afable y cordial, sabe sacar tiempo para todo, familia y negocios, y aunque su agenda puede asustar a algunos, siempre está cuando se le necesita.