Con un espíritu curioso difícil de frenar, su vida profesional siempre ha estado ligada a dos grandes sectores: el televisivo y el digital. En ambos ha aportado de manera recíproca formas de trabajar y pensar, descubriendo al cabo del tiempo que tienen muchas más cosas en común que diferencias.

12 años de experiencia en televisión, en fotografía y en el mundo de las interfaces digitales le han enseñado el núcleo de la experiencia de usuario: utilizar la empatía para saber cómo transmitir mensajes y emociones a través de una pantalla.